CLASE #5 - 04/11/2019
- Lara de Vicente
- 7 nov 2019
- 2 Min. de lectura
Hola a todos otra semana más. Esta semana tocaba hablar del Aprendizaje Cooperativo y para ello comenzamos la clase jugando a sobrevivir en el desierto. Teníamos que decidir qué 5 cosas escoger para sobrevivir entre las que se encontraban una botella de vodka o una pistola. Ha sido complicado después ponerse de acuerdo con los compañeros y no hemos elegido los objetos tan bien como pensábamos.
Me quedo con la frase que resume perfectamente el aprendizaje cooperativo: "Aprender juntos a hacer las cosas solos". Porque juntos llegamos más lejos y, sobre todo, nos conocemos - base de nuestra naturaleza social-. Y es un poco lo que siento esta semana. Justo hoy, 7 de noviembre, se cumple el primer mes de Máster. Se me ha pasado muy rápido porque lo estoy disfrutando mucho.
Desde esta semana, me voy a dormir con una energía positiva que llevaba tiempo sin sentir (de hecho, me cuesta conciliar el sueño). Al terminar el bachillerato me sentía muy perdida porque no tenía una vocación clara hacia lo que quería dedicarme. En un primer momento pensé en ser maestra, lo cual se desvaneció y pasé, entonces, a la rama del periodismo. A todo esto, yo quería formarme en Inglaterra y pasé todas las pruebas para ello pero, justo antes de elegir la universidad a la que iba a dedicar mis siguientes tres años, me recorrió un miedo interior y lo rechacé todo. Entonces, me volvieron a surgir las dudas y rechacé tanto Magisterio como Periodismo. Cuando me tocó elegir definitivamente una carrera me decidí (sin ninguna vocación) hacia el doble grado de Turismo y ADE, pensando cuanto más mejor. Y la carrera ni me apasionó y estuvo llena de dudas sobre si tendría que haber elegido Magisterio. Me sobrepuse a todas las dificultades (emocionales) y conseguí acabar mientras la compaginaba con el trabajo. Cuando me matriculé en el máster también me surgieron dudas y miedos: ¿será esto lo mío?, ¿de verdad tengo la vocación necesaria?, ¿seré capaz?... Pero desde que comencé mi ilusión no ha parado de crecer tanto por los profesores como por los temas que tratamos. Cada día me siento con más fuerzas y me siento capaz de todo. Soy pura adrenalina en todos los sentidos.
Como dijo Michael en su blog, todos tenemos ahora mismo un fuego interior que no para de avivarse. Y, es cierto, que con estas ganas y esta energía que sentimos, no creemos que en algún momento ese fuego nos "queme" pero es posible que ocurra como en cualquier otro ámbito. De todos modos, nosotros tendremos que intentar avivar esa llama o intentar que no se apague recordando la ilusión, las ganas y el esfuerzo de esta etapa tan positiva en el máster. Que no decaiga nunca.
Muchas gracias a todos mis compañeros y profesores por inspirarme. Hasta la próxima semana.
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